Albondigas de bacalao
Receta muy apropiada para cualquier ocasión pero sobre todo de los días de cuaresma. A mí, su aroma al freirlas me transporta a mi infancia y me trae a la memoria muy gratos recuerdos. ¡Qué añoranza!
Ingredientes:
- 1,200 grs de patatas
- 1 bacalao de 700 grs +/-
- 8 ajos grandes
-1/2 cucharada de canela en polvo
- 1 huevo y 2 yemas
- un ramillete de perejil bien picadito
- unos 50 grs de piñones, que son pocos, mejor piñones al gusto
- 1 colita o 2 de merluza (opcional), lo que hace la merluza es darle un poco de suavidad a la albóndiga.
Elaboración:
Poner en una olla agua suficiente agua para que cubra las patatas troceadas y el bacalao. Cuando el agua empiece a hervir añadiremos las patatas.
El bacalao lo enjuagaremos para eliminar el exceso de sal y le quitaremos la piel negra de la parte de fuera.
Una vez las patatas en la olla esperaremos a que hiervan. Transcurridos 5 minutos añadiremos el bacalao que tendremos bien limpio de sal. Después dejaremos cocer todo junto alrededor de 30 minutos. Si decidimos añadir las colas de merluza, lo haremos a los 25 minutos de cocción y las dejaremos hervir sólo los últimos cinco minutos, con esto es más que suficiente.
Transcurrido este tiempo, escurriremos la patata en un escurridor, el bacalao en otro y la merluza en otro.
Desmigamos el bacalao, quitando las espinas con cuidado que no se nos escape ninguna. Y lo mismo hacemos con la merluza. Machacamos la patata en un mortero o picamos en un bol grande con un tenedor.
Cuando tenemos la patata con si fuese puré, añadimos las migas del bacalao y la merluza desmigada. Añadimos la canela y vamos mezclando con las manos, así también comprobaremos si se nos ha pasado alguna espina.
Machacamos el ajo y el perejil y lo añadimos a lo anterior y continuamos mezclando con las manos. Después añadimos el huevo y los piñones y continuamos mezclando con las manos. Tapamos con film transparente y dejamos reposar en la nevera varias horas o mejor de un dia para otro.
Después para freir las albondigas podemos usar las claras que nos han sobrado de los huevos o freir directamente con el huevo entero. De las dos formas están riquísimas.
Freir a fuego medio para que se queden doradas por los dos lados y a la vez hechas por dentro.
Esta receta mi madre siempre la preparaba en los días de cuaresma cuando yo era pequeña y la verdad es que sólo su olor al freirlas ya me trae gratos recuerdos de mi infancia.